El origen de las sodas en Costa Rica

¿De dónde proviene el nombre de “soda” para referirse a un lugar, relativamente pequeño y de menú limitado, en donde se expenden comidas? A veces solo comidas rápidas como tacos, ravioles, enyucados, tortillas tostadas u otros similares.  Pero, ahora, lo más común es que las sodas se dediquen a vender desayunos y almuerzos, generalmente “casados” y “platos del día. En otras ocasiones también incluyen algunos platos a la carta, acercándose al concepto de restaurante.

El nombre de “soda” proviene de la denominación que se da en otros países, «fuente de soda» («soda fountain»), tomado directamente del Inglés. Este tipo de negocios fue muy popular en países como Estados Unidos durante los años 1940-50, especialmente para la juventud de la época. Era el sitio obligado de los jóvenes después de ir al cine o de paseo.

Las fuentes de soda eran lugares en los cuales se preparaba, ahí mismo, y se vendían directamente, refrescos gaseosos. Contaban con cilindros de gas carbónico (soda), que utilizaban para gasificar el agua y mezclarla con un sirope con sabor. Poco a poco, el concepto de fuente de soda se fue sofisticando y ofrecían jugos de frutas, helados y bocadillos como sándwiches o pasteles de diferentes tipos. El concepto empezó a decaer a principios de los 60 en que empezaron a aparecer las discotecas y otros sitios de reunión para los jóvenes. Pero, indudablemente, la diversificación y popularización de los refrescos gaseosos embotellados hicieron desaparecer las “fuentes de soda”.

A San José, la moda llegó a principios de los 50. Se mantuvieron vigentes, en su concepto original, por lo menos hasta mediados de los años 60, dos fuentes de soda: una en la Farmacia Iris, al costado suroeste del Mercado Central y otra en la Farmacia Leda, 100 metros al norte de la entrada principal del Hospital San Juan de Dios.

Pero, a finales de los sesenta y setenta, las fuentes de soda dieron paso al concepto más amplio de sodas, en donde vendían helados, refrescos gaseosos, ensaladas de frutas y algunos bocadillos, como los conocidos pasteles arreglados y sándwiches.

Posteriormente, muchas agregaron el servicio de café.  Fue así como surgieron la Soda Tapia (originalmente solo en el Mercado Central), la Eureka, Soda Heladería Díaz en la avenida 5, la Garza, la Castro, la Central y más adelante la Tom Boy, la Billy Boy y otras. En Alajuela, hasta hace no mucho tiempo existió La Torcaz.

En los 70, la Dos Pinos lanzó el concepto, muy usado en Estados Unidos, de autosodas, modalidad de prestar directamente el servicio en el carro, mediante unas bandejas que se amoldaban a la ventanilla. La más aproximada a las gringas fue la que instalaron en Barrio Luján, en sus instalaciones principales. Era posible recibir servicio en el carro. La Soda Tapia instauró este sistema en el local de Sabana Este. Nunca se llegó al servicio de meseros en patines.

Empezaron a aparecer pequeños locales en los pueblos, a los que, genéricamente, se les llamaba sodas o soditas. Y algunas hasta incorporaron salones de baile, como la Sodita Madrigal, en Desamparados, y la Sodita del Valle, en La Uruca. Para aumentar sus ingresos, las sodas o soditas empezaron a ofrecer servicio de desayunos por la mañana y algunas como taquerías por las tardes. Y pronto empezaron el servicio de comidas.

Actualmente, la principal diferencia entre soda y restaurante no es tanto el tamaño (número de mesas) o la informalidad, sino si tienen o no patente de licores. Es muy frecuente que, cuando una soda quiere subir de estatus, se convierte en restaurante (aún sin patente de licores). También, desde hace varios años, ha proliferado el concepto de las cafeterías, lo cual es un renacimiento de este tipo de locales tan popular en los años 40 y 50.

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